30.1.09

Don Juanito: "Carta al padre" ¿Y vó quién erí?



.:::Bla bla blá transcrito por la secretaria del alienado:::.

Cómo le va señor dios padre todo poderoso, creador del cielo y la tierra... La verdad es que no tengo idea de quién demonios es usted, mas sé que no es el demonio, ya que el es su némesis.

Estoy algo nervioso y admito que me estoy yendo por las ramas, y es que de algo tengo que agarrarme, ya que no fue usted capaz de dejarme un mísero punto de capitoné.

En fin, disculpe si mi discurso le ha resultado algo inconexo -es que me tiendo a descompensar en estas instancias donde las referencias se diluyen. (Un amigo de la laureada Escuela del Bla Bla Bla me dijo que quizá esto era debido a que yo tenía forcluido tu significante).

-Y es que ante un llamado al nombre del padre yo no sé a quien invocar ¿al padre Hurtado?, ¿a Jebús?...

Le explico señor; Madre Eulalia me tuvo a partir de una inseminación artificial… así que de mi padre real, ni idea tengo. Padre para mi es una botella de Dom Perignon, más bien, una botella vacía de champagne Dom perignon

-¿Cómo es eso?

Bueno, le cuento -de manera tal que quedamos advertidos que es cuento. Para ello, hemos de remontarnos a mi más tierna infancia, cuando yo era el perverso polimorfo que, dicho sea de paso, continúo siendo.

Resulta que, cuando Madre Eulalia me dejaba solito -me percaté- era para estar con Dom perignon. Yo lloraba y ella vociferaba –“no molestes, estoy con Dom perignon”.

Así que yo me dije a mi mismo –mi mismo, Dom perignon TIENE que ser tu padre.
Por lo que, cuando Madre Eulalia se acababa el contenido de mi padre, yo me prodigaba un buen momento con su embase.

Además, he de esgrimir otro argumento que considero un antecedente relevante y que, creo, no he consignado con anterioridad.

-Yo soy eunuco.

Y sí, lo que aconteció fue que Madre Eulalia quería que yo ingresara a la corte del emperador de China, por lo que me hizo castrar. Pero lo que Madre Eulalia no sabía era que China ya no era un imperio –lo que pasa es que se estaba leyendo la historia, pero llegó hasta el año 1900 nada más, por que mi gato se comió el resto de las páginas. Luego me quiso ingresar al coro de los castratis, pero tampoco existía ya –otra vez el condenado gato de la biblioteca…

Finalmente, Madre Eulalia optó por contarme que todo había sido para mejor, ahora podría gozar como una mujer

-¿Quiere saber como goza una mujer?

Pues no se lo voy a decir, seré eunuco pero no tarado. No valla a quedar ciego como Tiresias por andar hablando de más. ( A Tiresias lo conocí hace mucho mucho tiempo, en Tebas, en la corte de un tal Edipo, que, dicho sea de paso, fue mi suegro un tiempo (Eso creo, ya que, como comprenderás, en aquella familia el orden de filiación no estaba muy claro)

En fin, que quiere que le diga padre, podré padecer la "envidia del pene" pero soy la envidia del presidente Schreber. (Un amigo mío, le decíamos Miss Schreber -en plural; yo y las voces-, que publicó un libro llamado "Memorias de un neurótico", el cual se salvó del gato de mi biblioteca y pudo ser analizado por otro amigo -un tal Sigmund Freud, quien concluyó que -de neurótico, ni las pelotas... Resulta que mi amigo Schreber estaba más loco que una cabra y una cabra se creía.)


COMENTARIOS:

-Carmen Camus Larenas el 12 de diciembre a las 22:12
Maquita parece que no podré llevarte ningún libro, porque te están haciendo muy mal, mira que la historia ésta es demencial!, Mejor te llevo la Caperucita roja, La cenicienta o alguna mas coherente´, mira que si me revisan en la Aduana y me ven esos libros, me ponen una camisa de fuerza y Chau bambino!....Tu abuelita...

-Maca Jordán el 13 de diciembre a las 13:35
Jajajajajajajajajajajajaaaaaaaaaa... Aaaaaayyyyyy mijita don´t worry! Es material de Don Juanito; un personaje que pulula por los alrededores de la casa y habita en mi balcón de cuando en vez. Cuando vengas te lo presento (si es que está).

-Rodrigo Javier Cuevas Brito el 14 de diciembre a las 23:43
Yo pense que era Eulalia!!!!

No hay comentarios: